Desde la era prehispánica la imagen de la muerte en México ha estado presente en fiestas, rituales, música, danza y en la literatura. Las culturas mesoamericanas tenían seis días al año para celebrar a la muerte. Las festividades eran presenciadas por Mictecacíuhatl " Dama de la Muerte" y Mictlantecuhtli "Señor del lugar de los Muertos".

La fe de las personas a la imagen de "La Santa Muerte" o "La niña blanca" va en aumento, donde en un país afectado por la violencia; niños, jovenes, adultos, y ancianos la veneran.

La iglesia católica la prohíbe, pero sus devotos se estiman en millones. Los que creen en ella le ofrendan tequila, dulces y ramos de flores, y a cambio le piden trabajo, amor, dinero y protección, no se le puede pedir hacer daño, solo justicia y es una las figuras más populares del México actual.